miércoles, 11 de enero de 2012

La fauna recreativa: una lista con las especies mas pintorescas y peligrosas

Hace 4000 millones de años, los salones recreativos dominaban la tierra. Se cuenta que eran lugares peligrosos y a la vez irresistibles para el intrépido jugón con mucho vicio en la sangre y algunas monedas de 5 duros en el bolsillo. Esta es una lista de los especímenes mas peligrosos y pintorescos que pululaban por aquellos míticos lugares ya extintos.

1. El Listillosaurio pasalotodo.
De entre todos los animales porculeros del periodo juegásico, este era sin duda el mas astuto y pesado de todos. De naturaleza depredadora y apetito insaciable, este carroñero de partidas se alimentaba de los especímenes más débiles y torpes, amén de ser la pesadilla de niños pequeños como yo. La dramatización viene a continuación:

Yo: ¡Ay que me matan!
Listillosaurio: ¡Salta ahora!
*mete la mano y pulsa el botón de salto.
Yo: ¡Muchas gracias! Me has salvado la vida.*mira con ojos relucientes. 

Ls: De nada chaval, jejeje La siguiente es más dificil. ¿Te la paso?

“¿Te la paso?” Arg... ¿Que ocurría después de esto? El Listillosaurio se adueñaba de la partida y se fundía tus 5 duros delante de tus propias narices.Protestar era tan inútil como poner una denuncia en los juzgados.


Ls: Quita de aquí niño que te doy una hostia que...
Yo:¡Dejame jugar! *llora como un niño.Se lo voy a decir a mi primo.
Ls: Jajaja. Tu primo a mi me la chupa.


Es cierto que la naturaleza puede ser cruel a veces. Sin embargo, no todos los ejemplares de esta especie eran carnívoros. Hoy en día tenemos guías y tutoriales en internet para esos juegos difíciles que ponen de los nervios, sin embargo, en aquella  época, el listillosaurio herviboro de recreativo era la única esperanza de estirar lo mas posible la paga semanal de 20 duros. El era el Espasa, el google, la wikipedia, el asesor de inversiones... Todo gracias a sus miles de horas de juego dentro de los recreativos.  Conocía las maquinas, los trucos, los finales de todos los juegos...
Para la historia queda su sabiduría y su frase:

“¿Te la paso?" Arg.

2. El Viciosaurio fumador.
La especie fumadora era muy bien recibida por los dueños del recreativo de turno. Primero, por que,
a) Un tiarrón fumador tenía que tener dinero, y...
b)Efectivamente, el tio hechaba monedas de veinte duros por la raja hasta decir basta.

El Viciosaurio fumador era un animal de costumbres. Entraba con paso firme y decidido por la puerta del salón (los niños como yo entrábamos corriendo y con los ojos inyectados en sangre), acto seguido sacaba su paquete de tabaco y mientras encendía un cigarro elegía cuidadosamente la máquina recreativa mas buena y libre de niñatos que pudiera encontrar. Luego, después de acomodarse, el Viciosaurio comenzaba con su noble tarea de defender a la tierra de los marcianos y hacia todo lo posible por espantar a los curiososa a golpe de bocanada de humo.
Tras su victoria contra las fuerzas invasoras el Viciosaurus fumador abandonaba el salón dejando el panel de mandos lleno de una capa espesa de ceniza y horribles manchurrones de nicotina pura.
Alguno de estos paneles acababan como un auténtico campo de exterminio de colillas. Menudo ascazo y pestazo a tabaco, pero en fin, era una gozada ver como con esos tíos siempre llegaban a la ultima pantalla aunque fuera a golpe de moneda.
 
3. El Tirano-chungo Rex.
¿Que os voy a contar del espécimen más temido del periodo juegásico? A diferencia de su homónimo de la película, el Tirano-chungo cazaba por el tintineo de las monedas de 5 duros en el bolsillo del chándal.
 
Dramatización:
Tcr: Oye tú nene, ¿Que llevas ahí?
Yo: ¿Yo? Nada, sólo vengo a mirar.
Tcr: Y una mierda, tú llevas dinero que lo he oído. A ver ese bolsillo.
Yo: ¡No! ¡Yo! *Tapona la entrada como defendiendo el mayor de los tesoros.
Tcr: Quita la mano! O me das el dinero o te parto la cara nene.
Yo:  Se lo voy a decir a mi primo. T_T
Tcr: ¡Ja! a mi tu primo me la chupa!
 
Ahhh... Que entrañables recuerdos... El Tirano-chungo no solía cazar solo, en su lugar, y para asegurarse un bocado de calidad, mandaba una patrulla de reconocimiento previa al interior del salón en busca de presas para acecharlas a la salida tras el callejón oscuro. (A ver quien era el guapo que salía de allí con la panda techno choros navajeros a la espera XD). Aunque a decir verdad, su especialidad era acechar a sus presas siempre a la entrada de los mismos, cuando su carne y su cartera aún estaban frescas.
 
4.El progénitus rex
Hoy en día, para que el niño no moleste y deje de dar el coñazo, se le compra una Wii o se le deja viendo internet (total, ¿pa qué molestarse? ). Antes, los padres daban 5 duros al niño y a este le faltaban piernas para salir disparado hacia el recreativo mientras los amigos gritaban “Corre Forest”.
Sin embargo, eso tenia consecuencias...

1) El niño no volvía a casa para la hora de la cena.
2) El niño faltaba al colegio y se fundía el dinero del recreo en el Street fighter.

Es entonces cuando el recreativo se llenaba de Progénitus rex en busca de sus crías. Padres cabreados y asustados al mismo tiempo, caminaban perdidos por los salones como zombis en una estación espacial.
Muchas veces, el Progenitus sacaba la foto de su cría al dueño del recreativo y este se encogía de hombros fingiendo que no había visto ese niño cabezón en su vida (Mentira, ese niño cabezón era inconfundible, pero se gastaba el dinero que daba gusto). Otras el cazador se dedicaba buscar entre las montañas de niños apilados en torno a la maquinita de turno con las manos deseosas de dar un soberano guantazo. Cabe decir, que en la mayoría de ocasiones, el progenitus tenía éxito y capturaba a su presa. El niño, por su parte, al día siguiente aparecía en el colegio con las orejas rojas como tomates y el culo calentito. Sin duda el Progenitus Rex también se ganó su sitio de honor entre las especies mas salvajes del jurásico.


5. El Elegidus
No faltaba en ningún recreativo. Se le distinguía a kilómetros. Entraba por la puerta pero detrás de él, sus seguidores no cabían por ella. El era el Elegidus: Hijo del dueño del salón, o quizás el sobrino... Daba igual.  El Elegidus se pavoneaba por el salón como los grandes conquistadores romanos. A su vera, los eunucos de la época, renunciaban a su dignidad a cambio de partidas gratis. El Elegidus señalaba y el dueño del recreativo abría las entrañas de la máquina elegida con su llave de poder. Acto seguido, pulsaba el sensor de los creditos hasta que los números se salían de la escala (ninguna recreativa era capaz de contar mas de 99 créditos). En el otro extremo del mundo, al contable japonés que llevaba las cuentas nunca le salian los números. Normal. 

Y allí quedaban. Tardes enteras... El elegidus con su séquito de gorrones, disfrutando del placer de matar marcianos...

6. El dueño del Salón
No podiamos dejar sin mención a este inviduo. El era el emperador, el dueño del zoológico, el amo del corral. Se paseaba con una riñonera a la cintura, con su barriga protuberante rebosando por todos laos. Te decía "¿Vas a jugar?" a lo que habia que responder con un Sí, si no querías ser expulsado del paraiso.
Sacabas tu moneda de 20 duros, él abría su riñorena que pesaría unos 20 kilos... Te daba las cuatro monedas de cambio. Así funcionaban las cosas. Había paz, armonía. Salvo cuando una moneda se te atracaba en la máquina y no daba el credito deseado...

Yo: "Oiga, se me ha tragado los 5 duros"
DS: "Venga chaval, hoy me han venido 40 como tú a decir lo mismo"
Yo: "Jou, de verdad"
DS: "Venga venga..."

La atención al cliente era fundamental.
A veces, eso de que la máquina, pura tecnología japonesa, "se tragaba" las monedas no era del todo cierto... Pero a veces colaba. ¿Que queréis que os diga? XD


Y bueno, hasta aquí el repaso de ese inolvidable periodo para la historia del jugón. Espero que lo hayáis pasado igual de bien que yo recordando viejas batallitas. ¡Un saludo!